Los centros educativos de la Fundación Educativa Santísima Trinidad (FEST) son expresión de la misión liberadora que a lo largo de los siglos ha caracterizado, en la Iglesia y en la sociedad, a los diversos institutos y congregaciones de la Familia Trinitaria; renueva su identidad carismática al servicio de todas las personas, educando en la libertad interior y exterior.

 

Nuestro compromiso promueve un estilo educativo-evangelizador propio, católico, social e innovador, que tiene sus raíces en una concepción cristiana de la vida y de la persona, destinada a vivir en libertad y a ser respetada en su dignidad y derechos fundamentales: la dimensión personal, social y religiosa, la participación activa y con la propuesta de valores evangélicos.
 

La comunidad educativa trinitaria hereda los valores de libertad y sencillez, mira al futuro y apuesta por la misión compartida, la innovación pedagógica, la pastoral de acompañamiento y la transformación social. Como Familia Trinitaria nos consideramos expertos en humanización y en la promoción de la justicia, por eso seguimos creyendo que, EDUCAR ES LIBERAR.
 

 

Los colegios trinitarios comparten la visión e inspiración liberadora de san Juan de Mata, renovada a lo largo de los siglos por los continuadores de su obra y las fundadoras y fundadores de los institutos que conforman la Familia Trinitaria. Así aquella visión llega a nosotros, para ayudarnos a interpretar la realidad y actuar a través de ella por medio de tres claves:
 

• Una visión que busca la autonomía y riqueza de las personas, reconociendo sus elementos diferenciales y descubriendo, a partir de ellos, posibilidades para el encuentro intercultural,  el pensamiento crítico, el diálogo y la igualdad de oportunidades.
 

• Una visión que promueve una pedagogía activa y del encuentro, por medio de la educación en la interrelación, la comunión y la escucha mutua.
 

• Una visión que cree y siente a Dios como Trinidad. Como imagen suya nos compromete a ser comunidad educativa abierta, cercana y comprometida.
 

Para alcanzarla, necesitamos algunos cambios clave:

Educar en libertad y para la libertad

Creemos en un modelo educativo que forma para la libertad interior y para crear espacios de libertad exterior, en un ambiente de pensamiento crítico, implicados en la transformación social, la ruptura de estructuras injustas, la educación plural y la diversidad.

 

Desde el programa de las bienaventuranzas

Concebimos un estilo educativo que emana del proyecto de felicidad expresado por Jesús de Nazaret en el programa de las Bienaventuranzas. Miramos más allá de los valores aceptados por la mayoría, e interpretamos su compromiso por la justicia como motor de cambio; enseñamos a leer la realidad desde una visión esperanzadora.

 

Enfocados hacia el cambio 

Optamos por una educación abierta, innovadora y creativa, que responda de forma adecuada y coherente a los cambios de paradigma pedagógico, didáctico y pastoral. Una educación apoyada en la formación continua de todos los agentes implicados en el proceso educativo, que nos permita la vivencia de los valores trinitarios identificativos.
 

Desde las múltiples inteligencias

Apostamos por un modelo de aprendizaje que cuenta con la capacidad de crecimiento constante de cada persona, en desarrollo de sus múltiples inteligencias, y que educa en las herramientas y recursos que ayudan a la autorrealización personal, libre y responsable, capacitando para el desarrollo en la sociedad que nos toca vivir.

 

Educación empática y solidaria desde la inteligencia emocional

Afirmamos la necesidad de una educación empática y solidaria, fomentadora de la cooperación y la ayuda entre iguales, dando prioridad al que más lo necesita, promotora de alianzas y compromisos más allá de gestos aislados. Una educación que reconoce sentimientos propios y ajenos, y adquiere las habilidades necesarias para manejarlos.
 

Con inteligencia espiritual

Optamos por un aprendizaje abierto a preguntas últimas y que capacita para comprender el presente y su realidad, desde el deseo de saber y trascender, de cruzar umbrales; un aprendizaje de sentido, de reconciliación con uno mismo, de reconocimiento de la propia identidad, de libertad, de verdad, de silencio.
 

Desde un modelo organizativo corresponsable

Apostamos por un modelo organizativo basado en la implicación real de toda la comunidad educativa, potenciador de las capacidades y talentos personales, facilitador de la corresponsabilidad en la misión, promotor de un ambiente de cercanía y acompañamiento desde la circularidad y la confianza, a ejemplo de Dios Trinidad.

 

Nuestra misión e identidad emanan del Evangelio y del carisma trinitario que recibieron nuestras fundadoras y fundadores, y se concreta en un compromiso liberador para la transformación de la sociedad, desde la promoción de los derechos fundamentales de la persona. 

Como educadores trinitarios nos sentimos llamados a estar:
 

Atentos a la realidad social

Permanecer atentos a las diferentes realidades sociales y a las necesidades del entorno de nuestros centros educativos, ofreciendo una respuesta liberadora, educativa y evangelizadora fundamentada en nuestra identidad trinitaria. Vivimos en un mundo en cambio que requiere respuestas nuevas.
 

Desde una pedagogía de la relación

Educar en la interdependencia, construyendo una comunidad educativa de relaciones de igualdad y de posibilidades personales, desde la mutua estima y el sentimiento compartido de ser únicos a los ojos de Dios, promoviendo los talentos personales y grupales.
 

Estimulando activamente la autonomía

Desarrollar los hábitos y valores que promueven el protagonismo activo del alumno, como principal artífice de su educación, a través de metodologías activas que estimulan el aprendizaje autónomo y toman como base el respeto, la empatía y la tolerancia.
 

Para la transformación personal y del entorno

Capacitar para la transformación de la sociedad en que vivimos, formando personas críticas y libres, inquietas y creativas, que viven con voluntad, ilusión y esperanza sus ideales, que se comprometen con el cambio, con la justicia y con la conservación de la casa común que habitamos.
 

Con competencias personales y sociales

Formar en la adquisición de competencias personales que generen compromiso social en torno a los valores identificativos como colegios trinitarios, que promuevan habilidades personales desde la espiritualidad y la solidaridad propias de nuestro carisma trinitario.
 

Evangelizando desde una propuesta liberadora

Concretar la propuesta liberadora trinitaria en nuestro estilo educativo, descubriendo posibilidades inéditas en cada persona, escuchando la llamada a ser portadores de una Buena Noticia para todos, que nos permite afrontar la vida con libertad interior, como base y principio de una libertad exterior.
 

Promoviendo la pedagogía del trabajo

Promover una pedagogía del trabajo, la constancia y el esfuerzo, que estimula el aprendizaje y favorece la creatividad y la autoestima, desde una formación continua orientada a la incorporación de recursos pedagógicos y humanos que nos permitan responder a los retos de nuestra misión.

 

Nuestros centros educativos se inspiran en el estilo de vida trinitario, que propone los valores cristianos como generadores de actitudes humanas y motores del cambio social. Este modelo educativo se caracteriza por la promoción de una escuela:
 

Libre

Educamos en libertad y para la libertad, más allá de un bonito lema, poniendo todos nuestros medios en reconocer cadenas que esclavizan, y ofrecer espacios y tiempos de liberación.
 

Familiar

Somos una familia que, desde el carisma trinitario, crece superando dificultades, ayudando al más pequeño y al débil, respetando las diferencias e individualidades y viviendo la sencillez. 
 

Abierta

Aquí nadie es extraño, cada uno encuentra su espacio para el crecimiento personal y para relacionarse con los otros, en un ambiente acogedor, armónico y agradable, porque creemos que la diversidad nos enriquece. 
 

Cercana

Todos somos educadores, estamos invitados a sacar lo mejor de cada persona, por eso nuestra comunidad educativa quiere romper barreras y generar accesibilidad, porque solo desde la cercanía se genera confianza, la mejor base para la actuación pedagógica y pastoral. 
 

Innovadora

Porque creemos en el cambio y apostamos por el poder creativo de las personas, proponemos metodologías y espacios para el encuentro, desde un estilo educativo marcado por el carisma trinitario, con ideas y recursos nuevos contra el inmovilismo. 
 

Comprometida

Colaboramos en la construcción de una sociedad más justa, solidaria e igualitaria, y lo hacemos desde los valores del Evangelio, fomentando el sentido crítico y la educación transversal. 
 

Apasionada

Espíritu luchador, no conformista, comprometido en la calidad de su tarea educativa y evangelizadora, abierto a un futuro siempre ilusionante, en constante evaluación y sin miedo a mejorar cada día.