Felices los humildes
A menudo se dice que la cuaresma es tiempo de “conversión”. Pero ¿qué significa? La palabra proviene del latín “convertere”, que significa en latín “dar la vuelta”, transformar, volver a la casilla de salida. Y alude al hecho de regresar a un camino que se había tomado originalmente.
La cuaresma nos invita a contemplar nuestros senderos con mayor cuidado, atentos a las señales e indicaciones.
Para todo ello necesitamos una actitud fundamental: la humildad.
Los humildes son los capaces de volver el camino ya recorrido, resituarse y comenzar la jugada, transformar y estar atentos a las señales que antes pasaron desapercibidas. Los humildes son los capaces de encontrar la felicidad en el camino recorrido.
Vuelve al camino, a tu camino y fíjate en todas las indicaciones.
¡Comienza de nuevo! Con humildad.